Hay una soleada copa
en las ramas de un olivo
que el multicolor jilguero
-probablemente para sus polluelos-
quiere comprar como nido.
-Apenas tenemos dinero, señora oliva,
pero ahorramos cuanto podemos.
¿Buenamente, cuánto nos pedirá?
- ¡ No, no! Si sólo la vendo
para con alguien poder hablar.
En verano, cuando haga calor
mis verdes hojas os refrescarán.
Tengo la alacena a rebosar
de exquisitas aceitunas.
¡Qué bien lo vamos a pasar!
No hay comentarios:
Publicar un comentario