lunes, 21 de abril de 2008

Gentilicios y rimas

En el castillo de Baños

había un bañusco

comiéndose un cucharro

sentado en un peñusco.


En el cerro del Cabezo

se quedó sin gas un iliturgitano,

porque se fue a la romería

sin las bombonas de butano.


En el museo de la batalla

vi a chicas bailenses

enrollandose en la bandera

para que las viese la gente.


En la Alhambra de Granada

leía un gitano “granaino”

el futuro en las manos

y un turista cabreado

le tiró un pepino


En el puerto de Málaga

había un malagueño

que comiendo “pescaito”

le entró mucho sueño.


En el Camp Nou, un catalán

viendo a Ronaldinho,

comíase un pan

con aceite como aliño.



En la torre Eiffell
había un francés
que como le daba vértigo
subía las escaleras al revés.

En la" boca de la verdad"
una vez un italiano
por decir mentiras
se quedó sin mano.

En la Mezquita Azul
un buscatesoros turco
buscabdo en las catacumbas
encontró un zafiro oculto.

En la ciudad de Bucarest
un arqueólogo rumano
haciendo unas excavaciones,
descubrió un circo romano.

En los europeos de Austria
la selección austriaca
perdió todos los partidos
por culpa de la garrapata.

Cabrera
En Marruecos un marroquí,
quiso encantar una serpiente,
pero no supo
y la serpiente le clavó un diente.

En Huelva, un marroquí
fue al río Tinto.
Creyendo que era vino,
sin darse cuenta
tropezó con un pino.

Miguel Ángel
En el lago de los cisnes
un camarero austriaco
baila el ChiKichiki
como el mimo del campanario.

Juan Antonio
En la ciudad de París
un ladrón francés,
robando en el museo del Louvre
fue muy cortés.

En la ermita de la Limpia y Pura
un enfermo bailenense
decía que venía a rezar
y empezó a rimar.

En un bar de Huelva
un listo onubense
quiso un "pescaito"
que estuviese muy frito.

Javier
En Finlandia un finlandés
entró en una sauna
y vio que no había nada,
ni una sola alma.

En Italia un italiano
se come una pizza
oyendo la santa misa.

En España un español
se come las castañas
en lo alto de una montaña.

En una ciudad de Castilla
un compositor castellano
era un santo cristiano
y tocaba en la misa el piano.

Álex Manzano.
En el museo del Prado
un madrileño viendo los cuadros
se quedó fascinado

Un sevillano viendo la Giralda
se le rompió el cuello
de tanto mirarla.

Miguel
En la playa de Cádiz
un gaditano se bañaba tranquilamente.
Le mordió un tiburón
y salió pitando como un cañón.

Un onubense de Huelva
que tenía mucha sed,
se tomo una caña
en la taberna España.

Victoria

Había un jienense
en el castillo de Jaén.
Como estaba cerrado
se vino a Bailén.

Raúl Merlo
En Huelva un onubense
entró en una cueva,
y al salir se encontró
una chaqueta nueva.

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